Hoy en día, la sostenibilidad no es solo una moda, es una pieza clave para las empresas que quieren estar a la vanguardia. Pero claro, a muchos en el área de Finanzas les preocupa cómo medir y justificar el retorno de inversión (ROI) de estas iniciativas. Aún hay quienes se preguntan: ¿Realmente podemos obtener beneficios palpables con una estrategia sostenible?
La respuesta es un sí rotundo. Numerosos estudios y ejemplos de éxito muestran que las empresas que apuestan por prácticas sostenibles no solo impactan positivamente en el planeta y la sociedad, sino que también mejoran su rentabilidad a largo plazo. En este artículo, te contamos cómo medir el ROI de la sostenibilidad y cómo demostrar su valor a los stakeholders más exigentes.
Estrategias para medir el ROI de la sostenibilidad
1. Definir objetivos claros y alinearlos con la estrategia del negocio
Antes de ponerte a medir el ROI de la sostenibilidad, lo primero es tener claros los objetivos de tu estrategia. ¿Qué es lo que tu empresa busca lograr con estas iniciativas? Los objetivos pueden ir desde reducir el consumo energético hasta mejorar la imagen de la marca o atraer nuevos clientes. Una vez definidos, estos objetivos deben estar alineados con la estrategia global del negocio. El truco está en hacer de la sostenibilidad una parte esencial de las operaciones de la empresa, no un "extra".
Un estudio de Harvard Business Review muestra que las empresas que fijan metas claras y cuantificables de sostenibilidad, como reducir un 20% el uso de agua en cinco años, tienen un 40% más de probabilidades de ver beneficios financieros directos en comparación con las que no se marcan estos objetivos.
2. Identificar y medir los indicadores clave de rendimiento (KPIs)
Para medir el ROI de las acciones sostenibles, necesitas definir los KPIs que te permitirán evaluar tanto el impacto financiero como el no financiero. Algunos de los KPIs más importantes son:
Reducción de costos operativos: Menor consumo de energía, agua u otros recursos.
Aumento de ingresos: Gracias a la atracción de clientes que valoran la sostenibilidad o la entrada a nuevos mercados.
Retención de talento: Las empresas sostenibles suelen atraer y retener mejor a sus empleados, lo que reduce los costos asociados a la rotación de personal.
Mejora de la reputación de marca: Las marcas sostenibles suelen ganar más lealtad por parte de los consumidores.
Un informe de McKinsey indica que las empresas que adoptan prácticas sostenibles logran reducir sus costos en promedio un 16%, gracias a la eficiencia operativa y el ahorro de recursos.
3. Evaluar el impacto a corto y largo plazo
Uno de los grandes retos para Finanzas es entender que el ROI de la sostenibilidad puede presentarse de diferentes maneras y en distintos tiempos. Algunas acciones generarán un retorno casi inmediato, mientras que otras necesitarán más tiempo para dar resultados completos.
ROI a corto plazo:
Reducción en costos energéticos o materiales.
Incentivos fiscales o subvenciones por cumplir con normativas ambientales.
ROI a largo plazo:
Aumento en la fidelidad de los clientes y participación de mercado.
Mejora en la resiliencia ante riesgos futuros, tanto ambientales como regulatorios.
Empresas como Tesla son un buen ejemplo de cómo una visión sostenible a largo plazo puede generar un ROI impresionante. Aunque al principio enfrentaron altos costos de producción y desarrollo, hoy son líderes en el mercado de vehículos eléctricos, atrayendo inversores y superando a la competencia.
4. Convertir los resultados en métricas financieras
Para convencer a tus stakeholders, es esencial traducir los resultados sostenibles en números que hablen su idioma: métricas financieras. Esto incluye tanto ahorros directos (como menores facturas de electricidad o reducción en costos de producción) como beneficios intangibles, como la mejora en la reputación, que puede traducirse en más ventas o en un mayor valor de la marca.
Cálculo básico del ROI de la sostenibilidad:
Identificar la inversión inicial: Cuánto se ha invertido en la iniciativa (nueva tecnología, capacitaciones, etc.).
Medir el retorno: Beneficios financieros directos (ahorros, nuevos ingresos) y no financieros (mejora en la reputación, reducción de riesgos).
Aplicar la fórmula del ROI:
Este enfoque permite a Finanzas presentar argumentos sólidos sobre el valor de las iniciativas sostenibles frente a la dirección y los inversores.
5. Herramientas tecnológicas para medir el impacto
Hoy en día, hay un sinfín de soluciones tecnológicas que te facilitan la tarea de rastrear y calcular el ROI de las acciones sostenibles. Existen plataformas de software que ayudan a las empresas a recopilar datos, generar informes y analizar tanto el impacto financiero como el no financiero de sus estrategias.
Un dato curioso: según Deloitte, el 45% de las empresas que utilizan software específico para medir la sostenibilidad han mejorado la precisión de sus mediciones, lo que les permite tomar decisiones estratégicas más acertadas.
La sostenibilidad es una inversión, no un gasto
Al final del día, medir y demostrar el ROI de la sostenibilidad es clave para que las empresas entiendan que estas iniciativas no son solo una responsabilidad ética, sino una inversión estratégica que da resultados concretos. Desde la reducción de costos hasta la mejora de la reputación, las empresas que integran una estrategia sostenible están mejor preparadas para crecer y prosperar a largo plazo.
En The Good Goal, estamos aquí para ayudarte a medir el impacto de tus iniciativas sostenibles, dándote las herramientas que necesitas para mostrar a tus stakeholders que la sostenibilidad es una ventaja competitiva rentable.
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